Lo admito, no soy todo lo cinéfila que me gustaría ser, aunque lo cierto es que una vez encontrada una película que me apasiona, la puedo ver hasta la saciedad.
Hay muchas películas míticas de la historia del cine que no he visto, y que tengo delito por ello: ni El Padrino, ni Casablanca, ni Lo que el viendo se llevó, ni Psicosis... Y como esas, muchas más.
Quizá sea un tanto atrevido hacer una entrada en el blog sobre una película que no he visto, pero que está en esa lista infinita de "pendientes". Se llama Metrópolis y prometo verla en cuanto pueda.
Llevaba tiempo pensando en qué arquitectura no construída podía basar mi entrada, pero no daba con ninguna que me pareciera lo suficientemente interesante como para hablar de ella. Y de repente, me acordé de un profesor de primero hablándonos del filme en cuestión. Así que he buscado el trailer:
¿Y cuál ha sido mi sorpresa? Un aluvión de imágenes poderosísimas de una ciudad "del futuro" que no se aleja tanto de lo que tenemos ahora. Ciudades consumidas por la industria, lo mecánico, con grandes rascacielos entremezclados con lineas de trenes y carreteras en altura, ciudades con poco espacio para la vida social y tranquila que tan necesarios son para el hombre.
Después he buscado la sinópsis, y me he dado cuenta de que no andaba muy alejada de mis primeras intuiciones. Se confirma el dicho: "una imagen vale más que mil palabras". Y esto me da pie a añadir un dato curioso: la peli fue rodada antes de la existencia de la cinematografía sonora y es uno de los pocos filmes considerado "Historia del Mundo".
Sinópsis.
En una megalópolis del siglo XXI los obreros viven en un gueto subterráneo donde se encuentra el corazón industrial con la prohibición de salir al mundo exterior. Incitados por un robot se rebelan contra la clase intelectual que tiene el poder, amenazando con destruir la ciudad que se encuentra en la superficie, pero Freder (Gustav Frölich), hijo del dirigente de Metrópolis, con la ayuda de la hermosa María (Brigitte Helm) de origen humilde, intentarán evitar la destrucción apelando a los sentimientos y al amor.
Debes verla... y otras muchas también. Un arquitecto debe ver todo tipo de películas.
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